Artículo para descargar: Día mundial del Alzheimer (pdf) 2.8 mb 16 páginas
La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que se caracteriza por ser progresiva, degenerativa e irreversible. El daño se ubica en el cerebro y de acuerdo al Instituto Nacional Sobre Envejecimiento, éste comienza al menos 10 años antes de la aparición de los primeros síntomas, sin embargo aún se desconoce con exactitud qué lo provoca.
La formación de placas y ovillos alrededor de las neuronas en el cerebro, son dos características principales de la enfermedad y mientras más se formen, las neuronas van funcionando con menor efectividad, impidiendo la capacidad de comunicarse entre ellas y después mueren. Este proceso se propaga hasta el hipocampo, el cual es una estructura vital para la formación de recuerdos.
Finalmente, en la fase avanzada de la enfermedad, la muerte de neuronas se propaga y las regiones afectadas del cerebro se encogen considerablemente, las personas ya no pueden comunicarse y dependen de otros para su cuidado. (NIH, 2013).
El 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, el cual busca concientizar a la población sobre esta enfermedad que, debido al envejecimiento demográfico, aqueja a un número cada vez mayor de personas.
En 2010, se estimó que existían 35,6 millones de personas con Alzheimer y que para el 2030, esta cifra llegará a los 65,7 millones. Entre los grandes problemas que enfrenta el tratamiento de este padecimiento, se encuentran el estigma y el subdiagnóstico (ADI, 2009).
Es por eso que iniciativas como el Día Mundial del Alzheimer, ofrecen la oportunidad de difundir entre la población, la información necesaria para reconocer de manera oportuna los síntomas de esta enfermedad y diferenciarla del proceso natural de envejecimiento.
Dentro de los factores asociados al Alzheimer, se encuentran los genéticos; existen estudios que sustentan que cuando es de aparición temprana, entre la tercera y la quinta década de la vida, pueden haber heredado una mutación en un gen de alguno de sus padres.
Sin embargo, la mayor parte de las personas que padecen esta enfermedad, tienen el tipo denominado Alzheimer de aparición tardía, el cual se manifiesta después de los 60 años. En estos casos, la enfermedad se ha asociado en hasta un 40% de los casos con un gen llamado apolipoproteína. No obstante, no todas las personas que lo tienen, padecen la enfermedad y no todas las personas que padecen la enfermedad lo tienen.
También se ha asociado a ciertos factores relacionados con el estilo de vida y se ha concluido que una alimentación nutritiva, buena actividad física, y la participación en actividades sociales y mentalmente estimulantes, pueden ayudar a mantener a una persona sana.
Factores de Riesgo: Nivel educativo bajo, Fumar, Inactividad física, Depresión, Hipertensión (etapa media vida), Diabetes y obesidad (etapa media vida).
El Alzheimer es una enfermedad que genera gran discapacidad en la persona que la padece, pues gradualmente van deteriorándose sus habilidades para la vida, así como el control emocional, la conducta social y la motivación. De hecho, existe una alta comorbilidad entre las demencias y la depresión (ADI, 2009).
Como resultado de esta pérdida de independencia, los enfermos pueden requerir en menor o mayor grado algún tipo de asistencia, la cual en la mayoría de los casos es provista por la familia, situación que deriva en otra problemática, ya que estudios recientes han demostrado que los cuidadores de este tipo de pacientes presentan una alta morbilidad psicológica, en especial depresión.
Por lo tanto, para abatir esta situación, es importante brindarle a la familia toda la información necesaria acerca de la enfermedad, los signos de alerta a los que deben estar atentos y las recomendaciones, para facilitar el manejo del paciente.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud y a la Asociación Internacional de la Enfermedad de Alzheimer (2013), existen diferentes fases de acuerdo al avance la enfermedad:
La fase temprana tiende a ser ignorada y tomada como un componente normal del proceso de envejecimiento. Ya que el inicio de la enfermedad es gradual, es difícil saber con exactitud cuándo comienza.
A medida que la enfermedad avanza, los problemas se vuelven más obvios y limitantes.
La fase final es de casi total dependencia e inactividad. Las alteraciones de la memoria son más serias y el lado físico de la enfermedad se torna más obvio.
La Asociación Mundial de Alzheimer plantea las siguientes señales de advertencia de la enfermedad:
Si nota alguno de los 10 signos de advertencia del Alzheimer en usted o alguna persona conocida, no los ignore. Programe una cita con su médico.
La OMS (2011) recomienda las siguientes estrategias para el manejo psicosocial del paciente:
De acuerdo a la OMS, es necesario prestar atención a las necesidades del cuidador primario, debido a lo demandante que puede ser esta tarea. Es necesario valorar si presenta alguna de las siguientes afectaciones:
www.gob.mx/salud/articulos/esquema-de-vacunacion
www.inegi.org.mx/temas/mortalidad/
www.inegi.org.mx/temas/natalidad/